"HIJOS DE ABRAHAM"
Leyendo esta parte de las escrituras podemos ver que Juan el Bautista ve a los fariseos venir quizá a bautizarse, quizá a ver, los confronta, por ser en ese tiempo los fariseos muy religiosos, endurecidos contra el pueblo, sin enseñar como es debido la palabra de Dios, como se ve a lo largo de los evangelios de Jesús, donde constantemente les habla de esa dureza y del mal camino en que llevaban al pueblo, aún Juan el bautista ya lo sentía así, por eso los recrimina o confronta,y si iban a bautizarse les decía o anticipaba que se arrepintieran por su endurecimiento, que dieran frutos dignos para su salvación.
También dice Juan, "... ¿quien os enseñó a huir de la ira venidera?..." esa ira que se desata por haber entregado al Hijo de Dios, a nuestro señor Jesús a la crucifixión y decir que su sangre cayera sobre el pueblo de Israel, esa ira que se genera por su rebeldía y falta de visión, por orgullo o ignorancia, pero ya avisaba Juan el Bautista de lo que se avecinaba, y sabemos cómo al pueblo de Israel le fue desde entonces hasta que fue reunificado en 1948, esta es quizá esa ira venidera.
Lo que me interesa destacar de estos versículos es la parte que dice:
"...porque yo os digo que Dios puede levantar hijos de Abraham aun de estas piedras."
Y esos hijos mis hermanos y hermanas, somos nosotros.
Dios le promete a Abraham que por no haberle rehusado a su hijo multiplicará su descendencia como las estrellas del cielo y la arena del mar (Génesis 22;16-17)
"...y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.Génesis 22:16-17 RVR1960.
Juan dijo que de las piedras puede levantar Dios hijos de Abraham, pues también la palabra lo dice, que el pueblo de Israel será disperso por el mundo, de donde hay descendencia de Abraham por todas las naciones,
Génesis 22;18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
El evangelio de Jesús es para llamar a si, a todos los gentiles, a todos nosotros, a todos los hijos de Abraham que pueden ser levantados de las piedras, porque de su simiente venimos, como lo dice Pablo en Romanos 4;16
Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros
Somos por la fe que profesamos, hijos de Abraham, podemos ver como la Biblia la Palabra de Dios es integral, no se contradice, es fiel, desde el inicio Dios promete esa descendencia, que a la postre, no solo es el pueblo Judío a quien Dios elige, sino que por medio de su Hijo Jesús y de su muerte, es que podemos ser contados como las piedras de las cuales Dios levanta a sus hijos, Jesús vino a darnos esa salvación por la Gracia de Dios, veamos como Juan el Bautista aún antes de que Jesús fuera bautizado y comenzara su evangelio ya se decía y se sabía que no solo el pueblo Judío sería considerado hijo de Abraham, padre de la fe, sino que es a todos nosotros a quienes Cristo nos rescató, quienes somos esa descendencia prometida por Dios.
Seamos fieles a Dios, estas palabras son para que aquellos que buscan algo en sus corazones, ese vacío que no saben con que llenar, que es precisamente su alma que busca el Espíritu de Dios, ese vacío con lo que fuimos creados por nuestro Padre Celestial, con esa hambre de Dios, Él nos ama no duden en buscar su palabra, en buscar y aceptar a Jesús en sus corazones, somos hijos de Dios, somos hijos de la simiente prometida por Dios a Abraham, somos herederos del Reino de Dios, aquí en la tierra como lo es en el cielo, porque el evangelio de Cristo es el reino de Dios, esa promesa de vida eterna en presencia de nuestro Creador.
Gracias Padre por esta palabra que nos pones aquí, bendecimos tu nombre, cuida y protege a todo aquel que lea de tu palabra, trae a tu Reino a todos tus hijos Padre, que el llamado de Jesús sea escuchado, Padre permite que estas palabras puedan llegar cuando menos a uno de tus hijos y que este reciba a nuestro señor Jesus en su corazón, que deje atrás al mundo, que sus ojos sean abiertos, que pueda ver con los ojos de tu Espíritu Santo y sepa que hay libertad en tu presencia, que tu libras las batallas, que eres fiel y no nos abandonas, en el nombre de Jesús te doy gracias. Amen